En los últimos años, los baños cobraron protagonismo como spas cotidianos. Se volvieron espacios amplios, sofisticados, confortables. Y las duchas ganaron terreno. Ya sea para reemplazar a la bañera en diseños abiertos y minimalistas o para convivir como dos experiencias de usuario distintas, la ducha se convirtió en una pieza indispensable que suma funcionalidad, luminosidad y amplitud al cuarto de baño.
Diseñar y construir una ducha en obra permite hacer un upgrade en el diseño. Desde las ferias internacionales que cada año marcan el pulso de las tendencias de interiorismo, se vieron grandes apuestas: duchas integradas a la habitación principal, cuartos de baño articulados como un spa, y diseños con la flor oculta en el techo, para que la ducha sea un elemento casi imperceptible.
Es que, tal cual se vio en las grandes marcas que expusieron en el Salone del Mobile, un baño equipado con una ducha diseñada en obra puede transformar por completo la percepción del espacio: se trata de un ambiente que se ve más amplio, es más higiénico y su acceso es mucho más cómodo y fácil. Las posibilidades son infinitas: desde la sofisticación de un porcelanato de gran tamaño símil mármol calacatta, hasta la textura que replica la madera y la elegancia del Travertino, todo es posible.
En estas propuestas, los desagües son el recurso que termina de cerrar el concepto estético. Sean minimalistas y lineales para fundirse con el suelo, o una pieza geométrica que aporta diseño, son un detalle que eleva la experiencia un escalón más en calidad y performance.
¿Por qué construir el plato de ducha en obra?
Los nuevos desarrollos residenciales crean viviendas con ambientes amplios y espacios integrados. Y en un entorno que busca la interconexión y la apertura del campo visual, un gran recurso que aporta cohesión es la continuidad visual del suelo.
Las residencias contemporáneas buscan unificar el suelo incluso en escaleras, baño y cocina para generar una unidad estética. Microcemento alisado, porcelanatos símil madera o las piezas de gran tamaño que imitan la piedra dominan la escena, ya que se adaptan a diferentes entornos y usos.
La pregunta es: ¿porqué la ducha creada en obra es un recurso cada vez más elegido por los arquitectos?
Hay varias razones, entre ellas:
Es la mejor opción para mantener una misma estética en el cuarto de baño, que respete el estilo del resto de la casa.
Ofrece tantas posibilidades de terminación como materiales existen en el mercado.
Es la mejor opción para personas mayores o con movilidad reducida, ya que no hay barreras físicas de acceso.
Combinada con una mampara, genera una amplitud visual que una bañera no permitiría.
Es la opción más higiénica y fácil de limpiar.
La ducha genera un uso más eficiente del agua, posibilitando ahorros significativos de consumo.
